No hace falta afirmar que el liderazgo y el espíritu empresarial están de moda en estos días. De alguna manera tiene sentido, ya que van de la mano: los empresarios crean empresas y los líderes corren, ¿verdad?
Eso es lo que solía pensar.
El problema es que los empresarios y los líderes tienen otra cosa en común: Ninguno de los dos es en realidad un trabajo.
Por otro lado, no entiendo la palabra emprendedor como la que identifica a una persona que tiene ganas de hacer algo, que tiene una idea, etc. La definición más exacta es la americana, en la que emprendedor y empresario significan lo mismo.
Mientras que los economistas y estadistas podrían llegar a todo tipo de teorías y excusas para esta extraordinaria brecha entre la realidad y la percepción, tengo una idea algo diferente. No creo que mucha gente entienda el verdadero significado de la palabra empresario. Mi diccionario en línea describe un empresario como «una persona que inicia un negocio y está dispuesta a correr el riesgo de pérdida con el fin de hacer dinero» o «uno que organiza, administra y asume los riesgos de un negocio o empresa.» Ya tenemos las palabras clave comunes: negocio y el riesgo. Si no hay un negocio real o de riesgo, no eres un empresario.
NEGOCIOS POR EL BUEN CAMINO
El problema está en los medios y el bombardeo constante de que las empresas no van del todo bien y no ampliarán plantilla, así que en lugar de conseguir un trabajo y la consolidación de una carrera, un gran número de personas están encontrando formas cada vez más creativas de culpar el hecho de que están en paro, a la vez que se dicen a sí mismos que ya está bien y que los empresarios deberían sacrificarse más y crear más empleo.
¿Dónde voy a parar con todo esto? Pues está muy claro, la gente tiene que tener presente la opción de convertirse en emprendedor, es decir empresario y no esperar en el cien por cien de los casos a encontrar un trabajo de terceros. Para ello tendrá que tener unos conceptos muy claros: ser empresario no es un trabajo, al igual que ser un líder o un gurú de los medios sociales no es un trabajo. Sin una experiencia verdadera, sin un producto, negocio, riesgo y posibilidad real de retorno de la inversión, ni estás trabajando ni eres un empresario.
Si quieres ser un empresario algún día, aquí está una ecuación que debes apuntar en tu espejo, la pantalla del ordenador, teléfono móvil, o donde quiera que tus ojos pasen la mayor parte de su tiempo:
Empresario + Capital = Productos + Clientes = Negocios
No tomes mi palabra como guión. Mira todos los empresarios de éxito en el planeta. Esa es la ecuación que los llevó hasta ahí.
Si quieres ser un empresario exitoso, no comiences queriendo serlo. Comienza con un problema del cliente y un producto que lo resuelva. Obtén capital. Haz el producto, comercialízalo, gana clientes. Algún día despertarás y te darás cuenta en lo que has convertido: un tipo que tomó un riesgo, comenzó un negocio, e hizo dinero. Un empresario.
El camino no es fácil, para tener éxito haz lo que mejor sepas hacer, deja de desperdiciar tu cerebro. El éxito nunca es un accidente. Es una elección.
Como todo negocio necesita su parte de componendas fiscales, tributarias, laborales, de inversiones, capitalización e incluso parte de coaching empresarial. Para ello nos tienes a nosotros Naranjo Asociados, para que te realicemos asesoría en todos los ámbitos de tu emprendimiento y llevemos a cabo cuantas gestiones administrativas precises en tu negocio. Estamos constantemente en esta tarea y nuestro mejor referente son nuestros clientes.
By Naranjo Asociados · Asesores Consultores de Empresas.
Deja tu comentario